martes, 18 de septiembre de 2012

La leyenda de La NiñA


                                                                                    I

Muy Noble y Leal Ciudad de Zacatecas segunda mitad del siglo XIX

....La noche era fría, helada, las paredes de la casona estaban húmedas, una silueta pequeña se acercaba lentamente a la habitación de doña Teresa de Zambrano, viuda de Don José de Zambrano y Zambrano.
 
     Doña Teresa la misma que dos años atrás había tenido la dolorosa pérdida de su pequeña hija Teresita y a cuya memoria le dedicaba un rosario diariamente a las 9 de la noche puntualmente, esa noche no fue así, el sueño y el cansancio la habían vencido, se retiro a la habitación de su casa ubicada en el centro de la muy noble ciudad de nuestra señora de los Zacatecas, cerro las puertas de las ventanas las cuales proporcionaban una vista de los portales de Rosales en los cuales paseaban las damas de la sociedad luciendo sus vestidos pomposos y contrastando con la vestimenta humilde de los vendedores de aguamiel, dulces y pan que rondaban canturreando versos para ofrecer sus productos, a lo lejos se dibujaba la silueta de una torre de catedral y un poco mas al horizonte las sinuosas lineas del cerro de la bufa.
     Al cerrar las cuatro ventanas que tenia la habitación, esta quedo en penumbras apenas iluminada por la luz tenue de una veladora que siempre estaba encendida y la cual era reemplazada antes de acabarse por otra de modo que la luz nunca dejara de iluminar el aposento.



   Una vez habiendo quedado en penumras Doña Teresa se recostó e inicio lo que pensó sería un tranquilo y reconfortante sueño, no sería así, no esta noche, la temperatura empezó a bajar dramáticamente, el ambiente se torno helado, húmedo, tan húmedo que caló hasta la piel, hasta los huesos...hasta la conciencia, esa conciencia que a la señora de Zambrano no la dejaba tranquila un solo minuto de su vida.

  Afuera por el pasillo que circunda al balcón del patio central de la casona se arrastraban dos pequeños pies los cuales al deslizarse por las baldosas iban escurriendo agua verdosa por el lirio, se detuvieron frente a la habitación de Doña Teresa...




                                                                              II

     Diez  Años atrás

   Un fuerte y largisimo  grito estremeció la casona de los Zambrano, eran 15 minutos después de que fue cantada las once y sereno por el indio Felipe el cual se encargaba de hacerlo recorriendo el centro de la muy noble y leal ciudad desde hacía 30 años, Ramona, la partera de confianza de la familia tenia al fin en sus manos una pequeña bebe resultado de un tortuosos trabajo de parto de una hora, doña Teresa de Zambrano estaba bañada en sudor, exhausta y ansiosa de ver a su primera hija, la primera de varias que tenia pensado tener tal como se acostumbraba en la época, entre mas prolífica fuera  mas respetada fuere,
Ramona al limpiar a la pequeña y observarla bien a la luz de los candelabros tuvo un escalofrío por todo su cuerpo, la cabeza de la niña era notable mente mas pequeña de lo normal y aunque el alumbrado de la habitación era algo tenue se descubrían rasgos en su cara que para nada eran lo esperado,
 Teresa extiende los brazos para poder cargar a su mas grande anhelo que había tenido en la vida, al recibirla y observarla bien volvió a escucharse un grito igual o mas fuerte que el que se había escuchado pocos minutos antes al haber dado a luz.

                                                                 
 
                                                    III
   
8 años después

     Ramona, subió apresuradamente las escaleras del patio central de la casa, de ahí se dirigió y recorrió los tres pasillos que en forma de laberinto conducen hacia la habitación mas alejada,  esta estaba cerrada con una aldaba de hierro de la cual solo tenia llave la que hacía  ocho años había dejado el oficio de partera para convertirse en  nana de "Teresita" así solo "Teresita" sin ningún apellido o  apelativo; Doña Teresa de Zambrano la había obligado a trabajar solo para ella y le había hecho jurar no mencionar a nadie que la hija que estaba esperando  estaba viva y no había muerto al nacer como lo habían informado a la sociedad fingiendo incluso un sepelio para la pequeña "angelita" como se le llamaba a los niños que fallecían al nacer en la segunda mitad del siglo XIX,   en la ciudad de Zacatecas era muy común estas muertes debido a las condiciones poco salubres en que se daban los partos.

       Al  dar a la aldaba de hierro las tres vueltas hacia la izquierda que abrían la muy deteriorada puerta de roble y la cual estaba carcomida por las termitas y la humedad  apareció la pequeña figura de Teresita, la cual hacia 30 minutos había estado gritando  para que su Nana Ramona acudiera a ella, la niña vestía como siempre un camisón blanco de lana, que aunque limpio estaba ya muy percudido, su cabello era abundante, muy largo y echado para delante tapándole casi la totalidad de la cara;
  -Quiero ver a Teresa, dijo la pequeña con un expresión seca y sombría.
  -Mi niña, bien sabes que eso no es posible, le contesto Ramona con una expresión que pretendió ser
    tierna pero que no oculto el nerviosismo que se apoderaba de ella.
   -Quieres que le pase lo mismo que a él?  pregunto retadoramente Teresita.
   -Tu como lo sabes mi niña? La nana cada vez menos podía disimular la incomodidad y nerviosismo que le estaban invadiendo
   -Tenìa que ser así Ramona, tenìa que ser así! La voz y expresiones de la menor no eran propias de una niña de su edad eran inquietantes, amenazadoras, lúgubres.

En ese momento Ramona no pudo mas con su nerviosismo y sin mas se dio la vuelta apresuradamente y volvió a girar tres veces la aldaba al lado contrario para volver a cerrar esa húmeda y pequeña habilitación.



  Teresita solo podía salir de su habitación dos días al mes,  esos días las puertas de la casona de los Zambrano se cerraban a las ocho de la noche y nadie que no fueran el matrimonio Zambrano o la Nana Ramona estaba autorizado para permanecer en ella, la pequeña siempre bajaba al patio y jugaba sola y en penumbras  tenìa una muñeca la cual era su única compañía, platicaba con ella, era su mejor y única amiga, ese sábado don Jose Zambrano habìa bebido una botella completa de Mezcal, su problema de alcoholismo había venido creciendo desde el nacimiento de su extraña hija, la farsa de su muerte prematura, su declive en el negocio de la importación de telas y que decir de la nula relación que tenía con su esposa Teresa ya que ambos se acusaban de responsabilidad por "eso" que engendraron.
    Al pasar dando tumbos por el patio vio jugar tranquilamente a "ella" como la llamaban despectivamente sin atreverse a llamarla hija,.

  -Tù eres la culpable de mi miserable vida! Dijo a la pequeña

   La niña ni se inmuta al reclamo de su padre y sigue en amena conversación con su muñeca.

-Te estoy hablando! sòlo has traído desgracia, te odio, siempre te he odiado!, ojala en realidad hubieras muerto!

   Teresita levanto el rostro hacia su padre ese rostro que ella no pidió tener y el cual la había condenado a estar recluida para no ser observada y así no  avergonzar a sus progenitores, al verle esa pequeña y deforme  cabeza Jose  sintió tanto horror y desprecio que le propino tremenda bofetada, tan fuerte que  tiro al suelo tanto a la niña como a su muñeca, la pequeña comenzó a llorar tomando y abrazando nuevamente a su único y querido juguete, Jose le arrebato la muñeca y la lanzo al Pozo que se encontraba en la parte central del patio. Teresita había perdido a su única amiga y compañera que tenìa.

  


Teresita comenzó a odiar!

   Nadie se imaginaría la serie de eventos  que a partir de ese incidente se acercaban en la casona de los Zambrano y Zambrano....



                                                                          IV

 Durante los siguientes días Teresita  estuvo muy deprimida, apenas probaba la comida que le llevaba Ramona, de pronto su consciencia infantil empezó a   dictarle la cruda realidad de la que no había tomado dimensión hasta esa etapa de su vida, recordó cuando su madre teresa la golpeo por haber entrado sin permiso a su habitación atraída por el ruido que se escuchaba desde la hoy llamada calle Allende ese 8 de Septiembre en el que se festejaba a nuestra señora de los Zacatecas con una bulliciosa verbena,
Te van a ver por la ventana engendro maligno! sacándola de la habitación a empujones luego de propiciarle tremendo golpe, no quedándole mas remedio que ir a buscar el consuelo de su muñeca en el patio junto al pozo,  lugar preferido de sus solitarios juegos.
   Se le vino a la mente las ocasiones en que su padre Jose al calor de los tragos de pulque o de mezcal entraba a su pequeña habitación y  le propiciaba sendas bofetadas por haber orinado su vestido debido a la incontinencia de que sufría, originada por lo helado de su aposento y al miedo que le producían las ratas que de vez en cuando le hacían desagradable visita.

      
     Dichos recuerdos y muchos mas se empezaron  arremolinar en su pequeña cabeza,  todo un torrente de experiencias infames por las que había pasado en su corta vida,  empezó a llorar, era un llanto que fue cambiando de triste a enojo, de desconsuelo a odio, pero de pronto se le vino a la mente una reconfortante imagen, la de su amiga entrañable, su muñeca, sonrió y sintió el impulso de ir por ella a la pequeña caja de cartón que le tenía habilitada como casita de muñeca...pero su amiga de porcelana ya no estaba, su única compañía yacía en el fondo del profundo pozo del patio, victima de la infamia embriaguez de Jose, su padre, el llanto fue inconsolable, el odio se hizo tan profundo como el mismo pozo.



    La ratas eran una plaga que aquejaba en esa época a todas las casas del centro, debido al precario sistema de drenaje que tenían, El laboratorio del Real se encargaba de la fabricación del muy solicitado raticida  Del Real, la Real Solución para su problema de roedores como se ufanaba de serlo y así lo publicaba en la gaceta el corredor Zacatecano,  el de mayor circulación.  Ramona se encargaba de distribuir pequeñas dosis de ese polvo blancuzco por toda la casona, así mismo de recoger los cadáveres de los roedores que lo probaban. Teresita había visto que el gabinete blanco el cual estaba en el pasillo que conducía a su habitación era el lugar donde guardaba el veneno,  lo vio en una ocasión que su nana fue a poner un poco de real solución a su cuarto, en la primera oportunidad que tuvo se dirigió a dicho gabinete de peltre despostillado y  guardo en una pequeña bolsa de estrasa una cantidad considerable de dicho polvo.
  Para ella, las ratas la asustaban, le daban horror, le hacían mal, no la querían.....como su padre,
 merecían morir....como su madre +++





'V'
   Eran 38 minutos después de las 11 de la noche, el pasillo que conducía de la habitación de Teresita a la de José era apenas iluminado por la tenue luz de la luna que se filtraba desde las ventanas que daban al patio de la casona, la pequeña figura de la niña se deslizaba lentamente pero con paso seguro, esa noche como muchas otras Teresita había escuchado discusiones entre José y Doña Teresa signo inequívoco que él había llegado tomado a la casa y que por consiguiente estaría ya dormido, abrió lentamente la puerta la cual como siempre estaba sin seguro alguno, Jose y Teresa dormían en habitaciones separadas, las cuales no estaban cerca una de la otra, en la pequeña mesa a un costado de la cama había un jarrón de barro el cual siempre contenía agua fresca sacada del pozo de la casa, dicho jarrón así como los que estaban en las habitaciones de Doña Teresa y de la pequeña Teresita era llenado todas las tardes por Ramona, tomar un vaso completo de agua al levantarse por la mañana era una costumbre inalterable entra las familias en esa época y si se había tenido una noche de tormentosa embriagues pues no solo era uno, sino dos o mas. Teresita silenciosamente saco la pequeña bolsa de estrasa de su bolsa y vació el total de su contenido en la jarra de agua  éste al hacer contacto con el liquido inmediatamente se diluía pues aunque el polvo era blanco se volvía transparente al ser hidratado, por eso Ramona le agregaba leche para de esa forma atraer a los roedores.

    
Teresita volvió a su habitación si así se le podía llamar, con esa lentitud de un pequeño cuerpo que esta cansado de la vida que llevaba pero con la seguridad de haber echo lo correcto, voltio hacia atrás, vio a lo lejos la habitación de José y esbozó una apenas perceptible sonrisa, una que nunca antes había tenido, una sonrisa que estaría dibujando de ahora en adelante.

      Eran las 10 de la mañana y el grito de Ramona se escucho en toda la casa, había entrado en la habitación de José  según instrucciones de su patrona para avisarle que su socio Don Flemón Bernal Hinojosa lo estaba esperando en el patio de la casa  para ir al barrio de Mexicapan a cerrar un trato con un importador de telas que venia de la ciudad de Puebla, José ya no despertaría mas, se había bebido mas de media jarra de agua, de su boca había salido una gran cantidad de espumosa saliva, el efecto del raticida del real había sido casi instantáneo y letal.


 Para doña Teresa con tal de que no se hiciera ningún tipo de investigación ni que nadie extraño entrara a su casa,  la causa de la muerte fue por intoxicación alcohólica debido posiblemente por un mezcal adulterado, pidió que se hiciera un servicio funeral inmediato en las salas  velación  Arechiga las cuales se encontraban a un costado del panteón de Herrera, todo fue tan rápido como incierto, ni la misma Teresa de Zambrano sabia que era lo que había sucedido con don José, ni que le esperaba en los días siguientes.

   Teresita como siempre ese día no salio de su habitación y cuando Ramona le llevo de comer pues no le había llevado de desayunar por los hechos sucedidos, le pregunto por su padre, la nana no supo que decir ya que nunca preguntaba por él, solo le  contesto que  se fue a un viaje muy largo, la niña volvió a tener y esta vez mas perceptible la sonrisa sombría y tétrica que la acompañaría muchos años, Ramona sintió un escalofrío y una inquietud desconcertante y a la vez intimidante. Teresita volvió a sonreír
.


     VI
     

       La relación entre madre e hija si bien nunca fue buena, ahora ni eso, Teresita solo hablaba con Ramona,
a Doña Teresa ahora no solo le incomodaba ver a su pequeña y extraña hija, ahora le inquietaba es mas hasta le causaba temor, hasta que llego el día que se relata lineas arriba en el que la niña le pidió a Ramona ver a su madre, al no conseguirlo el reciente odio adquirido hacia su progenitora fue creciendo.
     
       Doña Teresa si bien no sabía exactamente que había pasado con su marido, algo le inquietaba, creía que su hija no sabía de la muerte de Jose, sin embargo le inquietaba algo, no atinaba que fuera.

       Era el mes de Octubre, la luna bañaba de luz la casona Zambrano,


 había pasado ya un tiempo desde la muerte de Don Jose, era día en que Teresita bajaba al patio y como hacia tiempo ya no jugaba, se la pasaba a un lado del pozo, recordando los inolvidables momentos que había pasado con su pequeña amiga, su muñeca la cual yacía al fondo del ahora tenue mente  iluminado pozo, asomándose hacia abajo logro ver el brillo del agua,



 Sintió ganas de que hubiera una forma de bajar hasta allá y rescatar a su amiga, esbozo una sonrisa tierna que luego poco a poco se convirtió en siniestra, algo se le había venido a la mente, se levanto lentamente y comenzó a caminar hacia las escaleras, Ramona la veía desde el saguan, la siguió para asegurarse que fuera hasta su cuarto y que se cenara el plato de alubias que le había calentado, la niña al sentir que la seguía su nana, volteo a verla, solo una mirada basto para que Ramona regresara al saguan y desistiera de seguirla.

      Teresita se dirigió a la habitación de su madre,Ramona desde el saguan le grito que se fuera a su habitación,  por el grito Teresa dejo la costura que estaba haciendo a la luz de un candelabro, salio al pasillo y al ver a su hija que venía hacia ella le dijo que se fuera a su cuarto, la niña respondió que quería hablar con ella, teniendo un NO! como respuesta, vete a tu cuarto!  la niña insistió y sigio caminando hacia ella, Teresa retrocedió un poco pero al ver que la niña no le hacia caso, se dirigió hacia ella, la tomo del brazo fuertemente y prácticamente la arrastro hasta su habitación, Teresita no lloraba,  no forcejeaba, mas bien la miraba directamente a los ojos mientras era maltratada, esta actitud molestaba e inquietaba cada vez mas a su madre, no me veas!! a lo que la niña respondió con su enigmática sonrisa, Doña Teresa sintió escalofrío y coraje a la vez, le propino una tremenda bofetada que la niña callo al suelo, la sonrisa no desaparece, la cara de la pequeña es cimbrada nuevamente estando en el suelo, no se defiende, no grita, no llora, sigue sonriendo, Teresa explota, golpea, grita, maldice, Teresita sigue sonriendo, Ramona ha subido rápidamente al escuchar los gritos de su patrona, al ver la situación en la que se encuentra trata de detener a la señora, Teresita voltea a verla y le dirige la misma mirada que la había hecho retroceder causando el mismo efecto, ahora la niña no sonríe sino que deja escuchar una carcajada, Teresa esta fuera de control, Ramona petrificada, golpes,mas golpes, carcajadas, gritos todo en una misma sinfonía de locura, todo se desarrolla al un lado de la escalera que baja al patio, las carcajadas de la niña al recibir golpe tras golpe son escalofriantes, profundas,Doña Teresa esta fuera de si, Teresita se logra incorporar y se dirige hacia la escalera, su madre la sigue, la toma del brazo, ahora si forcejean pierden el control, la muerte se hace presente nuevamente en  la casona de Hidalgo... un cuerpo da tumbos escaleras abajo.....








  El cuerpo  de Teresa Zambrano y Zambrano ha quedado  al pie de la escalera, su mirada  es vaga, la muerte se ha hecho presente pero aun no se ha quedado, trata de incorporarse, lo logra da unos pasos hacia atrás pero el dolor por los golpes es muy agudo de modo que tiene que sentarse al borde del pozo, Teresita observa todo desde la escalera, esta muy golpeada pero no llora, no se queja, empieza a caminar hacia su madre, no le quita la mirada de encima, Teresa al verla acercarse siente temo,r trata de incorporarse, lo logra con esfuerzo

Por que nunca me quisiste mamita ¿, yo siempre quise que jugaras conmigo, que me abrazaras, solo quería eso y nunca lo hiciste...

 Dijo la pequeña con una mezcla de melancolía, inocencia y sombría ironía, la viuda de Zambrano no podía pronunciar palabra, no entendía lo que le sucedía, mientras tanto la niña seguía avanzando hacia ella, los pasos eran firmes, seguros sin titubeos, pareciera que sabía que conocían perfectamente su destino,

  Repentinamente el terror se apodera de Teresa, su hija esta frente a ella tendiéndole sus dos pequeños brazos como rogando por un abrazo, su pequeña cabecita deforme esta iluminada por la luz de la luna, Teresa toma los brazos de la niña...y  no es para una maternal muestra de afecto...con fuerza la jala, el pozo esta esperando por la que había de ser su habitante por muchos años...
  Teresita no ha puesto resistencia, cae, cae  y mientras lo hace deja escuchar una risa, tierna, fuerte, ESCALOFRIANTE va a encontrarse con la única amiga que tuvo en su vida.
.
Ahora si la muerte se ha quedado alojada en el fondo del pozo de la casona de Zambrano.

 Como nadie supo de la existencia de la niña, nadie supo del deceso, solo Ramona ha llorado la perdida, un llanto con nadie compartido.

Teresa de Zambrano no fue la misma desde entonces, la culpa la ha invadido, la acabo poco a poco, lentamente una tristeza se apodero de ella como un cáncer la ha poseído.

 DOS AÑOS DESPUÉS....


...La noche era fría, helada, las paredes de la casona estaban húmedas, una silueta pequeña se acercaba lentamente a la habitación de doña Teresa. Afuera por el pasillo que circunda al balcón del patio central de la casona se arrastraban dos pequeños pies los cuales al deslizarse por las baldosas iban escurriendo agua verdosa por el lirio, se detuvieron frente a la habitación de Doña Teresa... la temperatura empezó a bajar dramáticamente, el ambiente se torno helado, húmedo, tan húmedo que caló hasta la piel, hasta los huesos...hasta la conciencia, esa conciencia que a la señora de Zambrano no la dejaba tranquila un solo minuto de su vida.

     Tu sabes a lo que he venido madre, te he traído de cenar, como lo hice con mi padre.....

   Teresa se ha bebido todo ese liquido blancuzco que le ha ofrecido ese ente sin vida que le ha venido ha traer la paz que tanto estaba esperando.

  Una vez mas la muerte ha visitado y se quedó alojada en  la casona de Hidalgo y Allende en el centro de la muy noble y leal ciudad de nuestra señora de los Zacatecas.


 



 Escalofríos.. presencia... miradas de nadie...frió...muñecas que se mueven, que sonríen,  que delatan la presencia de alguien, de alguien que ha habitado viva y muerta desde hace mucho tiempo, gusta de pasear por todo el edificio.  Teresita aun sonríe en estos tiempos... cuando deambula por los pasillos de la que aunque re modelada  sigue siendo su casa..esa..  la ubicada en  Hidalgo y Allende) .


Leyenda urbana de dominio publico... adaptada por  Jorge Galván Ortega  y cuyos derechos  de la presente están reservados.  

Zacatecas, Zac. 2012

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